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Oxenfree: la importancia de los personajes

Oxenfree

Volvemos a la aventura gráfica que Night School Studio lanzó en 2016 aprovechando su descarga gratuita en la Epic Store. Y no nos arrepentimos.

Si hay algo por lo que merece la pena tener la plataforma Epic Store en nuestros ordenadores ahora mismo, es la lista de pequeñas joyas videojueguiles que Epic está dejando a nuestra disposición de forma gratuita. Lo que empezó con Thimbleweed Park y Slime Rancher, continúa ahora con Oxenfree, una aventura gráfica de misterio y temática sobrenatural desarrollada y publicada por Night School Studio en 2016 que, aunque fue lanzada en su inicio para iOS, Android y Nintendo Switch, ya podemos disfrutar ahora en nuestros PCs.

Basada en la mecánica del ‘walk and talk’, Oxenfree nos invita a manejar a Alex, una adolescente que, junto con otros cuatro amigos viaja hasta la ficticia y abandonada isla de Edwards para pasar un fin de semana en la playa. No es una premisa precisamente nueva, si no más bien básica para cualquier película de terror adolescente; la diferencia radica en que Oxenfree sabe tomarla y desarrollarla de manera que llega más allá del mero objetivo de provocar tensión o incomodidad en el jugador.

 Oxenfree es, ante todo, un juego en el que todo el peso recae en los personajes. Pese a que varios de ellos recuerdan a los estereotipos de los que películas como The Cabin in the Woods (2011) ya han tratado con gran ingenio, Night School Studio ha sabido cómo profundizar en ellos, en sus relaciones y en sus pequeños y grandes miedos. Jonas, el hermanastro de Alex, es el personaje con un supuesto pasado criminal; Ren es el “fiestero” y mejor amigo de Alex; Clarissa es la “pija” vanidosa con la que Alex no tiene buena relación y Nona su fiel amiga. No obstante, es a través de los diálogos donde descubriremos el auténtico pasado y personalidad de todos ellos, hasta el momento en el que el estereotipo se diluye para dejar paso a unos personajes que, con un poquito de empatía, se meterán en nuestro corazón.

No estamos ante un juego que cuente con grandes cinemáticas ni un formato mínimamente parecido al cinematográfico. Como hemos dicho antes, la mecánica del juego es el ‘walk and talk’, lo que significa que todo lo que tenemos que hacer es caminar a través del mapa de la isla de Edwards y prestar especial atención a las conversaciones entre personajes; charlas con un guion y voces tan naturales que resulta imposible elegir la opción de diálogo basándonos en la lógica. Las conversaciones fluyen constantemente, las opciones se suceden mientras transitamos por el mapa, y es todo ese conjunto lo que hace que esta sea una de las experiencias conversacionales más fluidas que he visto en un videojuego. Aquí no hay un tiempo ilimitado para sopesar tus opciones y escoger la que más crees que conviene para el final con el que quieres dar. Aquí es pura reacción al tema de conversación, a las palabras de los demás personajes; elegir el diálogo ya no sólo implica cambiar el futuro, sino meterte de lleno en la trama y sentir que de verdad formas parte de la narración. Siempre podemos no responder nada y hacer que nuestro personaje esté completamente mudo durante todo el juego, pero… ¿qué gracia tendría eso (aparte por supuesto de ganar un trofeo del juego)?

Es posible que no muchos aprecien la dinámica que rige este juego; al fin y al cabo, Oxenfree no es un juego de luchas, escenas trepidantes de acción, sino que construye la tensión a través del caminar de los personajes, de las preguntas y revelaciones de unos adolescentes con un pasado emocional que, en situaciones de estrés, acaban confesando sus miedos y secretos. Eso sí, dentro de toda esta introspección, siempre hay hueco para la trama sobrenatural, puesto que averiguar los secretos que esconde la isla de Edwards sigue siendo nuestra misión principal. Y para ello viajaremos acompañados de una radio cuyas distintas frecuencias nos permitirán escuchar desde música de décadas pasadas hasta siniestras grabaciones y cacofonías que tendremos que desentrañar y con la que tendremos que prestar especial atención a los elementos de nuestro entorno si no queremos dejar atrás fragmentos importantes de la historia. Con ella liberaremos las fuerzas ocultas de la isla de Edwards, pero también tendremos el poder de salvar a nuestros amigos.

Oxenfree es una aventura pequeña y corta, es cierto, pero en su sencillez juega brillantemente con las herramientas de las que cuenta. Su mezcla de escenarios en 2D con una estética cuidada y un diseño notable con los carismáticos personajes en 3D es muy efectiva. Su apoyo absoluto en un guion y una mecánica fluida es todo un acierto, a pesar de que la interpretación de los actores carezca de emoción en algunos momentos clave en los que se espera algo más de sentimiento. Y, aunque puede resultar torpe en algunos momentos, Night School Studio nos dio en su momento una aventura gráfica nada desdeñable y muy a tener en cuenta, que ahora hemos podido disfrutar gracias a su descarga gratuita, que estará hasta el 4 de abril. Y estad atentos, porque si os gustan los puzzles, no podréis perderos el nuevo juego que la Epic Store pondrá a nuestra disposición: The Witness, que podréis descargar desde el 4 al 18 de abril.

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